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¿ Y si no existiera la enfermedad ?, ¿ Que sería de nosotros ?. Como planteamiento no estaría mal inicialmente, ¿cuantos diríais que no a la pregunta de que se acabe la enfermedad?, ese clarísimo error de la naturaleza y la vida, junto con la muerte, la vejez, el vino en tetrabrik y el curling.

A veces, a lo largo de los años, me he hecho preguntas similares, dudando de la sensatez de cómo está montado el mundo para, a veces muchos años después, comprobar que sí, que todo es perfecto tal cual es. Puedes constatar que el que monto el chiringuito del universo sabía lo que se hacía. Un ejemplo tonto que me vino a la hora de escribir esta entrada: las hamburguesas:

Dos años sin pudrirse. ¿ Es esa vida para una hamburguesa ?

Dos años sin pudrirse. ¿ Es esa vida para una hamburguesa ?

Las hamburguesas industriales de los locales de comida rápida. Una hamburguesa casera que haces tú comprando la carne y picándola, una vez hecha la dejas fuera de la nevera y en un día o dos se empieza a pudrir y a la semana apesta. La industrial, puede pasarse años que sigue con el mismo aspecto del primer día, el panecillo, el queso, la carne, no se ha puesto mala en años, ¿ cuál es mejor, la que se pudre a partir del segundo día o la que permanece igual durante años ?. Una es carne de verdad que sigue el proceso natural de putrefacción y te está diciendo lo que hay y la otra es un cóctel de productos químicos de buen aspecto que ni se le puede llamar alimento.

 

Con nuestra carne pasa igual, cuando algo le sucede es porque algo está sucediendo, en este caso en tu vida. La enfermedad es el aviso que te da la vida de que algo va mal en tu vida. En la mayor parte de los casos es una somatización en tu cuerpo de un conflicto en tu inconsciente, en tu vida. Como tú crees que eres un cuerpo, tú inconsciente te manda sus mensajes a través de tu cuerpo. Imagínate vivir sin dolor, hay gente que le pasa, podrías estar quemándote contra una estufa y tú no enterarte, haberte partido una pierna contra algo y seguir yendo en moto porque ni lo notaste, podrían acariciarte y tú no sentir nada, ¿ eso es vida ?, ¿ sigues pensando que es bueno vivir sin dolor ?.

 

La enfermedad es el motivo que te lleva a pasar a la acción. Yo lo veo continuamente con el cáncer, si no te has atrevido a hacer algo para solucionar un problema que te ha destrozado la vida y llevado a somatizarlo en un cáncer, el cáncer, el miedo a morir es el que te da el empuje necesario para tomar por fin esa decisión que no tomabas y que hacía de tu vida un infierno. A lo mejor mandar a tu marido a paseo después de treinta años de cuernos, perdonar por cojones y de verdad, si no no funciona,

¿ Entendemos la vejez, la enfermedad, la muerte ?

¿ Entendemos la vejez, la enfermedad, la muerte ?

perdonar a tu madre por el maltrato que te dio de pequeño y que te ha hecho un amargado hasta que llego un cáncer para que lo resolvieras y fueras feliz por fin sin esa carga de odio. Solucionar lo de tu padre alcohólico, el abuso sexual de tu abuelo, la herencia que te robo tu hermana… . Para eso es la enfermedad, para que te obligues a sanar tu vida, o la mierda de vida que llevabas hasta que llego la enfermedad a despertarte. Si algún día compensa económicamente sanar el cáncer con una pastilla, casi seguro que todas las personas y problemas que he citado seguirán igual sufriendo su infierno de vida 30 años más de los que le hubieran tocado gracias a la puñetera pastilla. Tomar conciencia y tomarte la pastilla sería maravilloso, el problema es que tomar conciencia a veces es un proceso muy doloroso y mucha gente preferiría tomar la pastilla y que la conciencia se la tome otro. Acabaríamos o acabaremos como la hamburguesa famosa, nuestra carne parecerá buena pero estará tan llena de productos químicos que apenas nos permitirá llamarnos humanos.

 

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La Ira.

Ante todo debemos reconocer que la ira es un maravilloso combustible. Cuando estás cansado te da fuerzas, cuando estas dormido te despierta, cuando estas deprimido te da ánimos, cuando estas feliz… te jode el día. Repito, es un maravilloso combustible.. pero muy, muy contaminante. No solo por el baño de neurotransmisores como la adrenalina que se quedan navegando por tu cuerpo, sino por la subida de tensión arterial, acidificación de tu cuerpo, problemas digestivos, de sueño, sexuales… lo dicho muy contaminante.

Perfecto, lo tenemos claro, la ira es mala, reprimamos la ira, que cosa más obvia, ¿no?. Nos hacemos budistas, nos vestimos de azafrán, nos hacemos veganos, yoga a tutiplén, hablamos bajito, comemos poquito y por supuesto de blanco y, o bien nos rapamos al cero o nos dejamos el pelo largo. Pero muy largo ¿eh?. El símil viene solo a la cabeza:

Si un coche tiene mala carburación contamina mucho el medio ambiente, si esa contaminación la metes dentro del coche con un tubo básicamente te suicidas. Si la ira la sacas a borbotones sin razones muy justificadas te llamaran borde y te puedes ganar alguna torta, si te la guardas dentro básicamente te sale un cáncer.

Si la sacamos mal, si la guardamos peor, esto de la ira no hay quien lo entienda ¿verdad?.

Intentemos, y consigamos, sacarle una utilidad a todo esto de la ira. Por si misma y como casi todo en esta vida no es buena ni mala, simplemente hay que saber gestionarla con inteligencia. Es una emoción humana y como tal inherente al ser humano, está ahí por algo, recordemos que en la naturaleza nada falta ni sobra. Hay situaciones en las que la aparición de la ira o su ausencia podrían considerarse normales. Si encuentras a tu mujer con otro hombre en la cama y no aparece algo de ira seguramente no eres de por aquí. Si alguien te pisa inadvertidamente y te pide disculpas sinceras salvo el segundo inicial del pisotón no estaría muy justificada la ira. Generalmente la ira aparece porque alguien está haciendo algo que no queremos que haga o viceversa, no haciendo algo que queremos que haga, incluidos nosotros mismos. Siempre la pregunta clave es ¿ para que ?, ¿para que me enfado?. ¿ Que pretendo conseguir con este comportamiento ?. Si encuentras la respuesta ya has resuelto la mitad del problema. Nos enfadamos para conseguir atención, para obligar  y manipular a otro, para no ver algo en nosotros que no nos gusta, para no oírlo…

La otra mitad de la ecuación es muy importante, La ira nos la causa algo que vemos en el otro y que condenamos en nosotros, “ ves la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio “. “ Es un engreido “ “ Es un mentiroso “ “ Es un fanatico “ o también aquello que tiene el otro y que a nosotros nos gustaría tener y no tenemos, pura envidia.

Cuando estamos atrapado en una emoción, cualquiera, de las llamadas buenas o malas, la mejor reacción siempre es dar un paso atrás metafórico, verte a ti mismo desde fuera. Como si te vieras a través de una cámara, desde ahí te puedes visualizar a ti mismo fuera de la emoción. El famoso “ contar hasta 10 “ antes de empezar a gritar. Si te puedes llegar a ver desde fuera podrás ver las causas y las consecuencias de la situación y actuar desde fuera sobre el “animal” atiborrado de neurotransmisores y hormonas y elegir libremente que quieres hacer con la Ira que te inunda, romper la presa o pasarla por las turbinas para generar energía, tu eliges.